La final pasó a la categoría de gran final de la mano de Triquikonas. Con independencia de que se aplique el sistema que acumula la puntuación de la fase a la de final, hasta el momento de actuar fueron las mejores de la noche. Y después de Bambones, las segundas de la velada. Triquikonas tiene el encanto de la murga capaz de improvisar e incluir lo ocurrido a última hora. Criticaron cómo se humilló a las murgas al desvelar los nombres de las ocho finalistas. A partir de ahí, su pasacalle, que tocó el corazón. La magia rodea a esta murga, con méritos para llevarse un cartón. El primero que se colgaría en el local de una murga femenina, con permiso de Ni Picas-Ni Cortas, que obtuvo un accésit. Curiosamente, en las filas de Triquikonas milita la hija de la directora de Ni Picas, Loly Peña. Por el primer tema ?oficialmente llamado ?Y ahora le toca a los criticados? y en el intramuro de la murga ?El limbo?? pocos apostaban y, sin embargo, lo vendieron como un temazo. Arrancaron con un repaso por los empresarios, críticas a los letristas que cobran, ?viaje? al CD Tenerife, y a la organización, o mejor, desorganización del Carnaval. Terminaron con el recuerdo a la entrega durante meses para dar lo mejor. Triquikonas explotó en su segunda canción cuando se llevaron al público al ?Gimnasio?. Tienen la facultad de engarzar golpes de humor sin bajar el nivel e incorporar lo visual. Momento espectacular, el pino de Nina, para demostrar la flexibilidad de alguien con un poco de peso. Muy divertidas.