Los aficionados que acudieron ayer a adquirir sus localidades estaban indignados porque no entendían cómo el taquillero impedía vender más de 4 entradas por persona si era para la final de murgas y, sin embargo, para el certamen de rondallas se distribuían hasta seis. Tampoco sentó bien que ya los bonos se vendieran todos en internet y no quedaran en taquilla.