Luis Hormiga deja la presidencia de la entidad que fundó y La Traviata se solidariza y secunda sus pasos por la actitud de algunas.
La polémica por que Fiestas cobrará las entradas a los murgueros por ver la final ha herido de muerte a la Federación de Murgas. Luis Hormiga “Suspi”, fundador y presidente de la institución que integraba a 16 de las 24 murgas, dimite, y su murga, Bambones, seguirá sus pasos. La Traviata ha sido contundente. Ha elogiado a “Suspi”, a quien defienden de quienes cuestionan su postura sobre las entradas estos días.
El mismo 27 de diciembre, cuando Fiestas sacó a la venta las entradas, las murgas se enteraron de que la organización no regalaría localidades ni a los murgueros.
“Suspi” comunicó su malestar porque la organización tampoco garantizaba entradas para todos. Por ello, el concejal citó a Suspi y a los representantes de Diablos, Mamelucos y Ni Pico –que no están federados– y se acordó garantizar 75 entradas vendidas para no finalistas y 200 para las finalistas, siempre pagas. Aún así, algunos creen que sus intereses no quedaron suficientemente defendidos, pues tenían que pagar. Por ello, el jueves el concejal se reunió con todas y explicó lo mismo: 75 entradas pagas para no finalistas y 200 para finalistas, y le pidieron 100 para no finalistas y 175 a las finalistas o rebajar el precio a 5 o 6 euros. “Váyanse con el no, aunque lo estudiaré”, dijo el edil.
La polémica ya le ha salido cara a la anhelada unión murguera, al ya quedar fuera de la federación Triqui, Mamelucos, Ni Pico, Diablos, Bambones y La Traviata.
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