Con más dolor psicológico que físico –quemaduras en manos y cabeza–, Leo Herrera, técnico de Simón Higuera, fue el primero en ir al rescate. “Vi una llama en el traje, no sé de dónde salió, y fui por un extintor que había a cuatro metros, la misma distancia para llegar hasta Saida. Fue cuestión de segundos. Vi una llama en el traje y cuando volví ya era de 14 metros de altura. Allí estaba el diseñador, Víctor, intentando sacarla del traje, que era maravilloso y quedó reducido a cuatro hierros”, dijo. “Pudo ser mucho peor, porque las candidatas no estaban juntas… Rápidamente apareció un montón de personas con extintores”.