El alcalde, José Manuel Bermúdez, entregó anoche el nombramiento de Hijo Predilecto a título póstumo al padre de las comparsas del Carnaval chicharrero, Manuel Monzón, fundador en 1965 de Los Rumberos. El medallón y el pergamino los recogió Juan José Monzón, el hijo del “importador” de la parranda y el cuerpo de baile a Tenerife desde América.
El salón de plenos acogió el acto en el que Juanjo Monzón cambió el disfraz y el paso de baile por un desfile hasta la presidencia de las Casas Consistoriales arropado por el alcalde y el consejero de Desarrollo Económico del Cabildo de Tenerife, el también comparsero Efraín Medina (fundador de Tropicana y antes en Danzarines).
El acto arrancó con la interpretación del “Santa Cruz en Carnaval”, himno oficioso de la fiesta de la máscara, compuesto por el maestro fregolino Agustín Ramos y que corrió a cargo de la Banda de Música, con su director, el que fuera fregolino Felipe Neri Gil. En el público, un puñado de quienes tanto disfrutaron de Monzón: la familia, Esteban Reyes, fundador de Rumberos y de Brasileiros; el diseñador decano Miguel Ángel Castilla y el Charlot de Tenerife, Pedro Gómez Cuenca.
Bermúdez explicó los motivos por los que Santa Cruz nombró ayer Hijo Predilecto a Manuel Monzón (Santa Cruz de Tenerife, 14 diciembre 1937-17 octubre 2011). Tras recordar cómo marchó como polizón a Venezuela en la década de los 50, destacó que “atesoraba por naturaleza un talento artístico incalculable, adornado con una capacidad extraordinaria para compartir con los demás tanto saber y experiencia”. “La figura de Manolo Monzón perdurará para siempre. Una figura sobresaliente y desenfadada, auténtica e impetuosa, dinámica e inigualable”.
Antes de concluir, Juanjo Monzón admitió su orgullo por el homenaje que el ayuntamiento rindió ayer “a alguien que con su alegría y dedicación cambió el rumbo de la fiesta”. Después de recordar las azañas de su padre por París, Viareggio y La Habana, manifiestó: “Nuestro padre siempre será el comparsero número 1 del Carnaval de Santa Cruz, de Tenerife, de Canarias, del territorio nacional y de Europa”, para concluir con la letra del himno favorito de Monzón para el Carnaval: “Yo no tumbo cañas, que las tumbe el viento, que las tumben los rumberos… con sus movimientos”.
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