Iconos de la década de los años ochenta como un Famobil, un cubo de Rubik, una cinta de casette, videojuegos, discos y televisores dejarán en el olvido las lonas o la pantalla led en el escenario de Carlos Sáenz.
Un escenario con volúmenes, como los de la mejor etapa del director Jaime Azpilicueta (el espacio, 1991; el cine, 1992; los musicales, 2005; la magia, 2008, o el cine de terror, 2009). Así será el decorado del Carnaval de los 80 del próximo año, que mantendrá su ubicación en el recinto ferial y deberá montarse en solo cinco días. La gala inaugural y de presentación de aspirantes será el miércoles 13 de enero y las murgas infantiles estrenarán el decorado el jueves día 14.
La pantalla led, base de decorado los tres años anteriores, ya es historia. Iconos de los 80 como un Famobil “modelo Freddie Mercury”, un cubo de Rubik, una cinta de casette, videojuegos, discos y televisores construidos a dos caras se distribuirán en mil metros cuadrados –más que en 2015–. También se recuperan los niveles, tres alturas a cada lado, dos practicables para figurantes. Se realza el efecto sorpresa de los trajes de reina con una puerta central, que ya no será de led.
El decorado presentado ayer por el alcalde Bermúdez incluirá una pequeña pasarela semicircular frontal el día de la gala de la reina, para alguna actuación estelar.
Esta escenografía es la primera de Gladis de León al frente de Fiestas, que recupera para el equipo artístico a Carlos Sáenz por empeño de Enrique Camacho, en su estreno como director de gala adulta. Sáenz comenzó de ayudante de dirección de Azpilicueta en 1988 para consagrarse como su diseñador de cabecera, hasta en musicales.
¿La vuelta a un escenario con volúmenes se traducirá en más euros? De los 120.000 euros que se pagaron por la lona de “Historia del Carnaval” (2010), la de “Enrique González” (2011) o la de “Flower Power. Años 60” (2012) el presupuesto pasó a 145.000 euros de la pantalla tanto de “Bollywood” (2013) como la de “Los dibujos animados” (2014) o la de “El futuro” (2015). Construir un escenario, como se hizo por última vez hace siete años (“El terror”, 2009), supone ahora 116.000 euros. Aparentemente más económico que la pantalla; pero 11.000 euros más caro porque hay que sumar los 40.000 de añadidos audiovisuales. Resta ahora que la gala tenga tanta aceptación como el cartel y el decorado. Como las de antes.
Al acto de presentación del escenario del Carnaval 2016 asistieron, junto al alcalde, la concejala de Fiestas y el diseñador del decorado, el director de la gala adulta de la próxima edición, Enrique Camacho, quien se encontraba en primera fila y no en la mesa presidencial, junto también a la responsable artística de la elección de la reina de la tercera edad, Geni Afonso. Carlos Sáenz, Afonso y el propio Camacho, un trío artístico heredero de la comisión artística que hace casi una década y media refundó el madrileño Jaime Azpilicueta y sobre los que recaerá la responsabilidad artística de la próxima edición. Entre las ausencias más notadas, el director de la gala infantil, Lucas Balboa, o la del gerente de Fiestas, Juan José Herrera. Significativa fue la presencia del autor del cartel del Carnaval, el profesor de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, Javier Torres Franquis. El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, no pasó por alto la coincidencia de escenario y cartelista en la elección de la gama de colores, que parece unificar la imagen de los 80 para la próxima edición.
A Enrique Camacho se debe la elección de Carlos Sáenz como escenógrafo del Carnaval 2016, una propuesta hizo suya Gladis de León, en su apuesta por buscar para la próxima edición «un escenario como los de antes». Y eso, con las limitaciones que tiene celebrar la gala bajo el «cielo» del recinto ferial. Al menos, por este año, pues uno de los principales objetivos de la concejala para su mandato que acaba de comenzar y expira en 2019 es devolver el Carnaval a la calle. El primer paso, un decorado espectacular, que se basa en los volúmenes y el colorido.
INCLUYE FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR MUNDO CARNAVAL