Con David Padilla al frente actuaron en el séptimo puesto e hicieron su presentación con lo mejor del repertorio de 2014, un extracto de su “monigote” de la fase. En su primer tema, dedicado al síndrome de Diógenes, desgranaron que se habían encontrado hasta décimos de lotería, tal vez de los de Zerolo, para luego tropezarse con los textos de la LOMCE, pero no los tiraron, porque cada vez que cambia el poder cambia también la ley. Encontraron una corona, con mención a la Casa Real, para hacer referencia a las prospecciones o al padrón inflado, sin olvidar a Triquikonas, pues insinuaron que en 2013 merecieron más. “El gobierno es una basura”, dijeron para asegurar que guardan los vídeos del concurso de murgas de Las Palmas. Potable.
El segundo pareció el camino más corto para acabar un repertorio. A ritmo de pasodoble desarrollaron una muy buena idea, “un nombre vale más que mil palabras”. La relación de cómo por los años o las marcas unos reciben mejor trato que otros. Arrancaron a contrapié con “viaje” a CC, y a partir de ahí se ordenaron y pidieron apoyo para los equipos de fútbol pequeños, igual que al Tenerife o Las Palmas, demanda dirigida a la tele canaria. En Carnaval, apoyo al Orfeón y a Los Brasileiros, para regresar al trato de favor a la infanta Cristina. Un segundo mejor tema podría haber demostrado que ganar un cartón no es cuestión de nombre.