Fueron los indianos peor organizados de la última década. La Negra Tomasa llegó tarde a la plaza de España, al reparto de polvos casi se le hace de noche… y, por peor, no hubo desfile, sino gente caminando por diferentes calles. Y eso que había muchos menos indianos que años anteriores. Quizás 40.000… y hasta mucho parece.
Es el momento justo para que el ayuntamiento se replantee la fiesta y defina qué quiere. Las batucadas parecen grupos aceptados por una mayoría, aunque a los más pulcros de la fiesta aún les chirríe, lo que no quita que algún año se decida apostar por grupos de música cubana, que de eso se trata, que se junten al inicio de la calle Real para dar el inicio al desfile. De una marcha para recordar de verdad a aquellos palmeros que se fueron en busca de un futuro mejor y regresaron presumiendo de su riqueza.
También es cierto que en el pueblo hubo menos guasa, menos espíritu palmero. Quizás con la crisis el horno no esté para bollos.
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